La relación entre el comercio y la inversión en la economía mundial está evolucionando rápidamente como resultado de los avances tecnológicos, la liberalización económica y las nuevas formas de organizar la producción y la distribución. Aunque el comercio y la inversión siempre han estado interrelacionados, tres acontecimientos relacionados en la economía mundial -la difusión de las cadenas de valor mundiales (CVM), el crecimiento de los servicios y el aumento del comercio digital o “comercio electrónico”- están ampliando estos vínculos dinámicos y hacen más importante que los responsables políticos respondan de forma complementaria y coherente.
Iniciadas en diciembre de 2017 por un grupo de miembros de la OMC en desarrollo y menos desarrollados como “discusiones estructuradas” en el marco de una “iniciativa conjunta”, actualmente se están llevando a cabo negociaciones en la OMC entre más de 110 miembros participantes (más de 2/3 de los miembros de la OMC), con el objetivo de elaborar un Acuerdo multilateral sobre la facilitación de las inversiones para el desarrollo. Desde abril de 2021, los debates avanzan sobre la base de un único texto de negociación (el llamado “Texto de Pascua”). Tal y como se recoge en la última Declaración Conjunta sobre el IFD refrendada por más de 110 miembros de la OMC en diciembre de 2021, los firmantes pretenden concluir las negociaciones basadas en textos sobre un Acuerdo IFD para finales de 2022.
Las negociaciones sobre la facilitación de la inversión en la OMC se inspiran en el éxito del Acuerdo de Facilitación del Comercio de la OMC, y en el reconocimiento de que, en la actual economía mundial integrada, la expansión de los flujos de inversión, al igual que los flujos comerciales, depende de la simplificación, la aceleración y la coordinación de los procesos, no sólo de la liberalización de las políticas. De hecho, en muchos casos, los cuellos de botella, las ineficiencias y las incertidumbres que la facilitación de la inversión trata de resolver surgen de la burocracia innecesaria, el solapamiento burocrático o los procesos obsoletos que no tienen un objetivo político claro, pero que pueden ser costosos para todos los implicados.
Aunque no existe una definición internacionalmente acordada de “facilitación de la inversión”, suele implicar los esfuerzos de todo el gobierno para desarrollar marcos normativos y administrativos que apoyen a los inversores, tanto nuevos como existentes, a cumplir con los requisitos de las políticas relacionadas con la inversión. Algunos ejemplos de mecanismos de facilitación de la inversión son el diálogo público-privado, los servicios de atención posterior a la inversión y las leyes de buena gobernanza.
En el marco de las negociaciones de la OMC sobre el DII, facilitar la inversión se entiende como la creación de un clima empresarial más transparente, eficiente y favorable a la inversión, facilitando a los inversores nacionales y extranjeros la inversión, la realización de sus actividades cotidianas y la ampliación de sus inversiones existentes, y a los gobiernos de los países de acogida y de los países de origen la cooperación y el beneficio mutuo para facilitar no sólo más inversiones, sino también más sostenibles. No se trata de cambiar las políticas nacionales de inversión, sino de aplicar y administrar esas políticas de forma más clara, eficiente, previsible y justa, sobre todo mediante el aumento de la transparencia de las medidas de inversión de los gobiernos, la racionalización de los procedimientos administrativos y la mejora de la cooperación entre los organismos pertinentes. Sin embargo, se distingue claramente de la “liberalización” de las inversiones (acceso al mercado), la “protección” de las inversiones y la solución de diferencias entre inversores y Estados, todo lo cual queda explícitamente excluido del ámbito de aplicación del futuro Acuerdo de la OMC sobre la DPI.
Cabe señalar que, al no existir una definición acordada internacionalmente de este concepto, otras Organizaciones Internacionales (OI) que trabajan en el ámbito de la facilitación de la inversión, como la OCDE o la UNCTAD, pueden enfocar este concepto de forma ligeramente diferente. Sin embargo, todos los enfoques tienen en común su objetivo de facilitar a los inversores el establecimiento o la expansión de sus inversiones, así como la realización de sus actividades cotidianas en los países de acogida.
¿Por qué es importante la facilitación de la inversión, y por qué es especialmente importante para las mipymes?
Las MIPYMES suelen enfrentarse a muchos obstáculos e impedimentos en el terreno cuando intentan invertir en el extranjero. En particular, la falta de información fácilmente accesible sobre las medidas de inversión y los pasos prácticos para invertir en un determinado país/territorio; las barreras lingüísticas; la falta de previsibilidad del entorno normativo; así como la opacidad y la complejidad de los procedimientos administrativos pueden resultar a menudo excesivamente gravosos y actuar como elemento disuasorio, en particular para las mipymes. En efecto, a diferencia de las grandes empresas, las mipymes carecen a menudo de la capacidad y/o de los medios financieros para contratar servicios de consultoría de expertos para informarse sobre los requisitos y procedimientos para invertir en un país/territorio determinado.
En este contexto, las medidas de facilitación de la inversión pueden beneficiar, en particular, a las MIPYMES cuando invierten en el extranjero, mediante la promoción de una mayor transparencia de la normativa (en particular, a través de la publicación en línea), la racionalización y la aceleración de los procedimientos administrativos, la creación de relaciones constructivas entre los inversores y las autoridades pertinentes, y el establecimiento de mecanismos de consulta/mediación amistosos para evitar que los conflictos de inversión se agraven.
Además, las medidas de facilitación de la inversión también pueden permitir a las microempresas vincularse con los inversores extranjeros, especialmente en los países en desarrollo, a través de diferentes canales. De hecho, la mejora de la visibilidad de las empresas nacionales, incluidas las microempresas, forma parte de la facilitación de la inversión, especialmente a través de medidas que fomentan la creación de bases de datos de proveedores nacionales. Los diálogos políticos mundiales enmarcados en los Principios Rectores del Grupo de los Veinte (G20) para la elaboración de una política global de inversiones destacan que la facilitación de las inversiones ofrece vías para que las pequeñas empresas participen y asciendan en las cadenas de suministro aprovechando los vínculos con las empresas multinacionales.
La concienciación de los miembros de la OMC sobre la importancia de la facilitación de la inversión para las MIPYMES queda bien reflejada en el proyecto de documento de negociación de un Acuerdo sobre DPI, a través de las disposiciones que animan a los miembros a revisar sus medidas de inversión con el fin de hacer que su régimen sea más eficaz a la hora de abordar las necesidades específicas de las MIPYMES, o a tener en cuenta, a la hora de preparar las principales medidas de inversión, el impacto potencial de dichas medidas en las MIPYMES. De hecho, uno de los objetivos del futuro Acuerdo es potenciar la inversión en y por las mipymes.
¿Cómo pueden los responsables políticos facilitar la inversión en y por las mipymes?
Se pueden adoptar varias medidas para facilitar la inversión, especialmente para las MIPYMES, a nivel nacional e internacional. Por ejemplo, los países negocian acuerdos de comercio e inversión que pueden incluir disposiciones destinadas a facilitar las condiciones para que las pequeñas empresas accedan a las oportunidades de inversión o se beneficien de ellas (véase el capítulo 5 de la publicación de la OMC MSME-Related Language in Regional Trade Agreements). A nivel nacional, los países que buscan facilitar la inversión pueden desarrollar políticas, instituciones y facilidades financieras que apoyen a las pequeñas empresas para que participen en el comercio y la inversión internacionales, aumentando su acceso al capital, la tecnología y las redes empresariales.
Más concretamente, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) desarrolló un Menú de Acción Global para la Facilitación de la Inversión, que proporciona 10 “líneas de acción” con una serie de opciones para los responsables de la política de inversión y los organismos gubernamentales para las medidas políticas nacionales e internacionales sobre la facilitación de la inversión.
Además, para apoyar las negociaciones en curso sobre un Acuerdo IFD en la OMC y permitir a los negociadores y a los responsables políticos, especialmente de los países en desarrollo y menos desarrollados, participar mejor en ellas, el Centro de Comercio Internacional (CCI), junto con el Instituto Alemán de Desarrollo y Sostenibilidad (IDOS), ha puesto en marcha un “proyecto de facilitación de la inversión para el desarrollo (IF4D)”. En este contexto, el CCI/IDOS ha elaborado un conjunto de herramientas para los responsables de la formulación de políticas que ofrece directrices para elaborar reglamentos de facilitación de la inversión destinados a alcanzar objetivos de desarrollo, como el crecimiento de las pequeñas empresas y la competitividad. Este conjunto de herramientas proporciona principios, líneas de actuación y ejemplos para diseñar medidas de facilitación de la inversión, e incluye consideraciones para que dichas medidas tengan en cuenta, en particular, las necesidades de las pequeñas empresas. Algunos ejemplos de medidas políticas de facilitación de la inversión en apoyo del crecimiento y el desarrollo de las pequeñas empresas son: portales digitales de inversión con listas de pequeñas empresas preparadas para invertir; evaluaciones periódicas del impacto del marco de facilitación de la inversión en las pequeñas empresas; programas de certificación para desarrollar los vínculos de las pequeñas empresas con los clientes, las empresas más grandes y las multinacionales (véase la guía sobre normas voluntarias de sostenibilidad); plataformas en línea que agilizan el cumplimiento de la normativa para las pequeñas empresas. Para más información, véase el Kit de herramientas para responsables de políticas del CCI/IDOS sobre facilitación de la inversión para el desarrollo.
Una orientación general es que las políticas, los reglamentos y los procedimientos de inversión deben ser transparentes, pragmáticos y favorables para que las pequeñas empresas cumplan todos los requisitos políticos necesarios para aprovechar las oportunidades de inversión y para desarrollar vínculos empresariales con procesos de inversión más amplios. Al hacerlo, las pequeñas empresas crecen y son más capaces de contribuir a la economía, aumentando su capacidad productiva y financiera para participar más en el comercio y la inversión internacionales
¿Dónde puedo acceder a recursos sobre marcos políticos, directrices y herramientas?
¿Dónde puedo acceder a buenas prácticas y ejemplos nacionales?